CAPITULO DECIMO CUARTO:
JACOB HUYE DE ESAU.
114.-Al enterarse Jacob
del fruto de sus andanzas,
temió la ruda venganza
de Edom, su hermano mayor
y temiendo lo peor
huyó hacia Padam Aram
a la casa de Labán
que era su tío materno.
Con el permiso paterno,
abandonó Canaán.
115.-" Deberás tomar mujer,
buscando en tu parentela:
en la casa de tu abuela
y de tu abuelo Batuel,
la deberás escoger "
- Dijo su padre Isaac
cuando emprendió hacia Jarán
su largo viaje Jacob.
Cuando ya se puso el sol,
Jacob quiso descansar.
116.- Y mientras Jacob dormía
en camino hacia Jarán,
tuvo un sueño singular:
entre suaves melodías,
vio una escala que subía
desde la tierra hasta el cielo.
Por ella bajando al suelo,
muchos ángeles radiantes,
y sintió en esos instantes
una gran paz y consuelo.
117.- De pronto oyó junto a el:
" Yo soy el Dios de Abraham
y de tu padre Isaac.
Yo soy el Señor Yaveh.
Esta tierra te daré,
a tí y a tus descendientes:
al norte, al sur, al oeste
y al este se extenderán
y te prometo serán
numerosísima gente".
118.- "Yo siempre estaré contigo
y a donde quiera que vayas,
tus tierras no tendrán vallas
y como ahora te bendigo
cumpliré lo que te digo"
Cuando Jacob despertó,
emocionado pensó:
" ¡ Dios está en este lugar !"
Allí levantó un altar
y sus piedras consagró .
JACOB EN HARAN
119.- Prosiguiendo su camino,
se detuvo junto al pozo
cuando vio llegar con gozo
a la mujer que el destino,
por un designio divino
tenía predestinada.
Llegó con una manada
de cabritos y corderos,
trayéndolos con esmero
a beber a esa aguada.
120.- Era la niña Raquel,
la hija menor de Labám,
de la familia de Abraham
hijo mayor de Batuel.
A ella se dio a conocer,
como cercano pariente
y Raquel muy prontamente
contó a Labam lo ocurrido
y Jacob fue bienvenido
en la casa de esa gente.
JACOB HUYE DE ESAU.
114.-Al enterarse Jacob
del fruto de sus andanzas,
temió la ruda venganza
de Edom, su hermano mayor
y temiendo lo peor
huyó hacia Padam Aram
a la casa de Labán
que era su tío materno.
Con el permiso paterno,
abandonó Canaán.
115.-" Deberás tomar mujer,
buscando en tu parentela:
en la casa de tu abuela
y de tu abuelo Batuel,
la deberás escoger "
- Dijo su padre Isaac
cuando emprendió hacia Jarán
su largo viaje Jacob.
Cuando ya se puso el sol,
Jacob quiso descansar.
116.- Y mientras Jacob dormía
en camino hacia Jarán,
tuvo un sueño singular:
entre suaves melodías,
vio una escala que subía
desde la tierra hasta el cielo.
Por ella bajando al suelo,
muchos ángeles radiantes,
y sintió en esos instantes
una gran paz y consuelo.
117.- De pronto oyó junto a el:
" Yo soy el Dios de Abraham
y de tu padre Isaac.
Yo soy el Señor Yaveh.
Esta tierra te daré,
a tí y a tus descendientes:
al norte, al sur, al oeste
y al este se extenderán
y te prometo serán
numerosísima gente".
118.- "Yo siempre estaré contigo
y a donde quiera que vayas,
tus tierras no tendrán vallas
y como ahora te bendigo
cumpliré lo que te digo"
Cuando Jacob despertó,
emocionado pensó:
" ¡ Dios está en este lugar !"
Allí levantó un altar
y sus piedras consagró .
JACOB EN HARAN
119.- Prosiguiendo su camino,
se detuvo junto al pozo
cuando vio llegar con gozo
a la mujer que el destino,
por un designio divino
tenía predestinada.
Llegó con una manada
de cabritos y corderos,
trayéndolos con esmero
a beber a esa aguada.
120.- Era la niña Raquel,
la hija menor de Labám,
de la familia de Abraham
hijo mayor de Batuel.
A ella se dio a conocer,
como cercano pariente
y Raquel muy prontamente
contó a Labam lo ocurrido
y Jacob fue bienvenido
en la casa de esa gente.
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