CAPITULO SEXTO: VOCACION DE ABRAHAM.

CAPITULO SEXTO:
VOCACION DE ABRAHAM.


52.- Cuando el tiempo transcurrió
y creció la humanidad
hubo gran diversidad,
cada cual se hizo su dios
y su propia religión
y olvidaron a Yaveh
y casi no había quien
de acordara de su nombre ,
pero Dios encontró un hombre
que mantenía su fe.


53.- Su nombre de pila Abram
su pueblo: Ur de los caldeos
sus más íntimos deseos
y su permanente afán
era el de a Dios adorar.
Por eso, en correspondencia
sintió de su omnipotencia
la presencia singular
pues Dios quiso en él fundar
un pueblo de preferencia.


54.- Le dijo el Señor Yaveh:
" abandona tu país,
pues tu serás la raíz
del pueblo en que cumpliré
la promesa que jure
de daros la Redención.
Abandona esta región
a tu familia y tu casa
y a todos los de tu raza
y te haré una gran nación."


55.- Vete a la tierra sagrada
que yo daré a tu familia
pues tu seras la semilla
de una nación consagrada
que en ti será cimentada.
Tu nombre engrandeceré
y también bendeciré
a todo el que te bendiga
y en cambio al que te maldiga
"mi maldición le daré".


56.-" En ti benditas serán
todas las razas del mundo
pues en ti yo las refundo.
Te llamarás ABRAHAM,
pues las naciones verán
a un pueblo tan numeroso
cual los astros luminosos
que ves brillar en el cielo
o las arenas del suelo
que nadie puede contar ".


57.- Y partió el fiel Abrahám,
cumpliendo su alto destino,
por aquel largo camino
que lo abría de llevar
a habitar en Canaán.
Llegando al suelo sagrado
después de haber escuchado
a Yaveh en aquel lugar,
allí levantó un altar
y Dios le mostró su agrado.


58.- Habiendo ya establecido
sus tiendas en Canaán,
el Santo anciano Abrahám
fue de Yaveh bendecido
y en todo favorecido.
Con mucha paz y armonía
esa tierra compartía
con Lots hijo de su hermano
y su esfuerzo no era vano
por el pan de cada día.


59.- En una feroz contienda
de reyezuelos vecinos,
se llevaron al sobrino,
confiscándole sus prendas ,
su mujer y hasta su tienda.
Al conocer la noticia
Abrahám, con gran pericia
reunió más de trescientos
hombres con fuerza y aliento
y pronto se hizo justicia .


60.- En ataque repentino
recuperó sus enseres,
sus esclavos y mujeres,
liberando así al sobrino
de aquel adverso destino.
A la entrada de Salem,
saludó a Melquicedec,
el rey de aquella región,
quién le dio su bendición,
deseándole paz y bien.


61.- Muy dado al culto divino
era el rey y sacerdote,
y el Señor era su dote.
Ofreciendo pan y vino,
le anunció feliz destino:
" ¡ te bendiga el Dios del cielo,
y se cumplan tus anhelos.
Que ponga a tus enemigos
en tu mano y tus amigos
sean siempre tu consuelo !".