jueves, 24 de abril de 2008

CAPITULO XXVII: LA COPA DE JOSE.

CAPITULO XXVII:
LA COPA DE JOSE.


218.- Con trigo muy escogido,
mandó llenar sus costales
dio pienso a los animales
y habiéndolos despedido
con regalos y vestidos,
ordenó a su principal
que pusiera en el costal
del menor, su propia copa,
escondida entre la ropa
y dificil de encontrar.


219.- Volvían alegremente,
camino de Canaán
José mandó al capitán
con un piquete de gente,
con la misión muy urgente
de interferir su camino
porque " siendo él adivino",
pronto había descubierto
a quién causó aquel entuerto
sellando así su destino.


220.- Al ver tantos soldados
se llenaron de temor.
"Llevaremos al ladrón
que la copa se ha robado
pues con ello ha desafiado
al gran Ministro José.
Los demás podrán volver
a su tierra sin problema
mas, pende una gran anatema
y sentencia para aquel".


221.- Los once hijos de Jacob
llenos de gran sobresalto
obedecierón el : ¡Alto!
que les dio aquel batallón
deciendo a continuación :
"¡ Sin duda está equivocado,
porque somos muy honrados!
la prueba está en el dinero
que devolvimos primero
despues de haberlo encontrado ".


222.- De manera misteriosa
estaba entre nuestro grano
y a su señor lo entregamos.
Sin duda es extraña cosa
y a la par ignominiosa,
esta grabe situasión
haga usted la revisión
de todos nuestros costales,
y si la copa encontraren
que nos lleven a prisión.


223.- ¡ Dejen tal preocupación
para el que robó la copa,
pues ciertamente la tropa
lo llevará a la prisión
y para él no habra perdón.
Los que sean inocentes
regresarán con su gente,
hicieron en los costales
de todos los animales
revisión muy diligente.


224.- Primero en el de Simón
y de los otros hermanos
hurgaron entre los granos
hasta llegar al menor
quien con gran admiración
vio que entre sus pertenencias
por rara coincidencia
muy oculta entre las ropas
se encontraba aquella copa
a pesar de su inocencia.

miércoles, 16 de abril de 2008

CAPITULO XXVI: BENJAMIN EN EGIPTO.

CAPITULO XXVI:

BENJAMIN EN EGIPTO.

213.- Transcurridos varios meses

agotose el alimento.

Era llegado el momento

Por cuidar sus intereses

De aparejar sus arneses

Para hacer el largo viaje,

mas , no tenía coraje

De enfrentarse con Jacob,

Puesto que en la condición

Peligraba su linaje.

214.- “¡No lo puedo permitir!

¡Ya he perdido a mi José

No sea que en esta vez

También pierda a Benjamín,

Y esto sería mi fin!”,

Les repetía Jacob.

Llorando con emoción

Cada vez que en su presencia

Les repetía la urgencia

De cumplir la condición.

215.- Mas, la gran necesidad

Los ponía en tal aprieto

Que aceptó por fin el reto

Y volvieron a viajar

Saliendo de Canaán,

Llevando al hijo menor.

Judá salió de fiador

Por la suerte de su hermano,

De traerlo vivo y sano,

De vuelta al progenitor.

216.- Se mostró José feliz

Cuando los vio regresar,

Y lo quiso demostrar

Preparando un gran festín,

Y prodigó a Benjamín

Toda suerte de atenciones.

También libró de prisiones

A su hermano Simeón,

Y fue aquella una ocasión

De muy grandes emociones.




217.- No se les dio a conocer

En esa oportunidad

Y hasta para conversar

No podían entender

Su lenguaje sin tener

Un intérprete a su lado,

Y ponía gran cuidado

De no hablar en Cananeo

Puesto que era su deseo

El ser de ellos ignorado.

miércoles, 2 de abril de 2008

CAPITULO XXV. HERMANOS DE JOSE.

CAPITULO XXV:
HERMANOS DE JOSE.


207.- Sin esperanza ninguna,
la familia de Israel
avencindada en Betel,
también padeció la hambruna.
Escucharon por fortuna
que en Egipto había granos
y al terminar el verano
salieron muy de mañana
formando una caravana
de José los diez hermanos.


208.- No llevaron al menor,
el llamado Benjamín,
pues temieron ver sufrir
por ello al viejo Jacob
que sentía gran dolor
por la ausencia de José:
"¡ Yo no lo quiero perder
pues causaría mi muerte
si sigue la misma suerte
que el otro hijo de Raquel!".


209.- Cuando llegaron a Egipto,
José los reconoció
si bien lo disimuló
y se mostró muy estricto
y por medio de un edicto
los privó de libertad,
diciendo que para espiar
venían a su país.
Así el hecho de sufrir
los haría meditar.


210.- Así en efecto Ruben
reprendió a sus nueve hermanos
el proceder inhumano
que tuvieron con José:
"¡ No quisieron atender
sus ruegos y sus lamentos!".
José con gran sentimiento
se alejó de su presecia
viendo que ya su conciencia
les daba tan mal momento.


211.- Solamente al tercer día
los dejó ir el libertad
si bien con autoridad
les dijo que si volvian
solo los recibiría
trayéndole a Benjamín
y que tendrían mal fin
si obviaban la condición,
guardandose a Simeón
para obligarlo a venir.



212.- Regresando a Canaán
al detenerse un momento
a dar pienso a los jumentos,
hallaron en su costal
el precio entero y cabal
que pagaron por el grano
preocupados los hermanos
por este oculto misterio
se lo contaron muy serios,
llegando a casa al anciano .